Dependencia tonta y fiel a un suspiro más atrás de mis pensamientos. Luces de discoteca Flores de metal en un jarrón de plástico azul,
el pelo erizado,
oscuro en cualquier lugar de mi geografía.
Y dos manos,
Separadas por años de desafortunado desencuentro.
Paradojas de mi vida,
son siempre en las que apareces tú.
Frío,
con dos térmicas a oscuras
y el fuego.
Frío,
en los pulmones de tanto respirarte,
con dos bocanadas de más,
borracha de ti.
Suspiros a media voz,
cada rincón de mi memoria me recuerda que estoy siempre en el mismo sitio.
Y regresando a gatas por aquel camino repetido,
veo sonreír a mi sombra,
jocosa y feliz al verme destrozada una y otra vez.
Mueves un pié
debajo está el vacío,
Sientes el corte y apartas la cabeza.
Caen gotas,
el viento levanta el pelo y arrojas los relojes,
perdiendo las sábanas y el colchón.
Duermes bailando,
y te repites a ti mismo que eres feliz
que eres feliz
que eres feliz
Pasa de canción
como de vida
Intervalos de tiempo a color.
Desde mi cama miro al techo,
me veo en los suspiros, pensando en ti
Páginas acabadas con tinta azul,
por si se te ocurre volver
Dos cuerpos
Ganas de comer
Tres quilos de tus pestañas al infinito
Y destacas con tinta fluorescente
los abrazos catalépticos q me quieres dar.
Negro
Ojos de acero y cristales de mentira
Caben en dos minutos:
tus besos y mis dedos a escondidas
Premeditada insuficiencia de ti,
a un paso de dejarme.
Llévame abajo
nunca más y ahora
Coge el parche aquel
y tapa a la muerte
No aguantaré dos días más sin saber de ti. Me queman las despedidas y ya ha pasado la etapa de quererte, las medias miradas, el vino y las luces en la calle. Ahora llega tu llegada.
Y en sueños contigo me despierto mientras me sonríes desde lo lejos, y así me acerco yo, sigilosa y despiadada, hasta donde están tus pies hundidos.
No debería decirte, a medias voces y pecados mortales, que te quiero, como las uvas al vino.
Y sin ti, incompletamente de cera, estatua fundida en mi memoria, espero contigo.
Estás durmiendo a escondidas,
debajo de mi chaqueta,
quizás dentro de mí y no te despiertas...
será que mi olor te ha dormido...
quizás para siempre,
entre el negro y carne,
el rojo encendido y mi aliento sobre tu pelo.
Demonios de media noche.
Farolas de papel, blanco y brillante.
Bombillas de cristal para alumbrarme.
Y tú y yo, todavía olvidados,
sin encontrarnos nunca en el mismo lugar.
> > Fecha: Sun, 24 Jun 2001 17:57:59 +0200 > Para: salvaje@labutaca.com > Asunto: Pestañas como infinitos/MALA > > Hola, me gustaría q leyeseis esto, y si os gusta....ya sabeis. > Un saludo y adelante....me encanta la Nada. Bueno, te mando más, si todavía no es suficiente me lo dices porque tengo años de material :). Oye eso de hacer una página solo con lo mío es bueno? Venga un saludo y ya me contarás ok? .