el sol como claraboya
 

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  EL SALON DURMIENTE.
  
  
  El semblante adormecido
  del salón,
  sobresale de un fondo oscuro
  todo juega a estar normal
  a juzgar por el abogado 
  que fuma incesantemente, el humo
  corre sin represa a mecerse en 
  el columpio de sus dedos.
  Rueda  una colilla en el piso almohada
  del taco de alguien,
  el recuesta su tristeza de un trago 
  de aguardiente(.)
  "Las muchachas de la Plaza España" 
  restriegan la soledad como un
  lunar en su rostro. El tiempo 
  incansable ha ido y ha vuelto, 
  en silla de ruedas. Postrado en el 
  crepúsculo, observa el semblante 
  adormecido del salón mirándole 
  a los ojos.
  
 
 
 
 
 
 
 

  
   EL PRECIO DE TODO.
   
   Es viernes, la noche está embarazada
   de brillantes chapas, distantes pasan
   los pequeños luceros casi rozando 
   con los rascacielos. Abajo un taxis
   pasa veloz; un destello amarillo, le 
   pisa los talones hasta lograr perderse 
   por la miopía de mis ojos.
   Toda la familia duerme, el perro en un 
   mueble de la sala, de vez en cuando 
   mueve el ojo, lo miro sin decir nada. 
   Vine en busca de un sueño,  deprisa vi 
   esfumarse el que traía. La vida urbana 
   me  proporcionó cosas, haciéndola mas 
   cómoda. El Amtrak pasa moviendo con
   insistencia las imágenes del cuadro,
   el vaso ejecuta malabarismo en mi mano,
   el agua  hace vaivenes, frustrada al no
   lograr salir de los contornos. Quiero llorar, 
   pero es viernes y la noche está embarazada 
   de chapas de insomnio.
 
 
 
 
 
 
 

  TRES ROSAS EN UN VITRAL 
  
  Tres rosas con sus péndulos verdes
  suspendidas en un vitral, eructan.
  Son las hendijas por donde  penetra 
  lo exterior al cuarto, una mancha 
  roja se refleja en la sábana blanca.
  Sentado en un recodo semioscuro
  cavila mirando unos Nike con óleo
  de lodo, en el ángulo opuesto a la vista.
  Hasta hoy todo estuvo resuelto con 
  educación a distancia, ahora es una
  nueva etapa; su primer día de 
  universidad llegó, precedido por la 
  ansiedad que haciéndole crujir los 
  dientes, crece como un hongo en el 
  plexo solar. La necesidad de un lienzo
  para hacer acuarelas nasales es urgente.
  Suena bullangosa el agua cayendo en
  la bañera, la navaja brilla al ponerse 
  en contacto con el rostro, el agua sigue
  cayendo produciendo el efecto de un 
  aguacero en la estreché del cuarto. 
 
 
 
 
 
 
 

DIA DE PESCA.

El sol como una claraboya, se mantiene 
imberbe, pintado de naranja como una 
carpa de circo, arropando multitudes 
hambrientas de espectáculos..
En la orilla del río, un hombre entra y 
saca esperanzas, esperando traer peces.
Sentado, lo observo desde el puente, 
tripas mohosas por el salitre.
Se torna alegre cuando se tensa 
el cordón, para mas tarde frustrarse,
el brillo del anzuelo se clava escueto 
en sus ojos. En el cielo, una gaviota alza 
vuelo atolondrada esperando alimento, 
defeca despreocupada cayendo en un ala 
del sombrero.La maldice mientras la vara
esgrime, reprochando al cielo, 
por lo funesto de su mala suerte, yo rio 
recostando la cabeza de un enorme tornillo 
Preguntándome ¿Qué tiene Dios que ver con esto? 
¿No son los animales  sus hijos?
 
 
 
 
 
 
 
 

  
  ANTE LA RISA Y LOS OJOS.
  
  Arrodillados a una colina, el atardecer
  amenaza las luciérnagas, las arañas 
  chillan canciones viejas, los borrachos 
  estrujan sus resacas en la fuente
  envenenando las palomas con alcohol.
  Transeúntes sonrisas agrietadas mueven
  marasmos de brazos, ansiosos por llegar 
  al subway. Músicos tocan a Morzart
  con necesidad. "Oye como va" Santana 
  mueve suelas a una mulata, 
  un archipiélago de islotes morbosos 
  hacemos casas en sus piernas. 
  Embarro mi cámara con su cuerpo, sus 
  senos dejaran al negativo cupo escaso, 
  provocando, los instintos impudorosos, 
  diablitos trituradores de la virtud.
  Mi parada se avecina, graffitis anuncian
  zonas sin frontera para la muerte, 
  crecen jeringas a montones, 
  enredaderas plásticas, flores de vicios. 
  Le regalo una última ojeada de mi diario 
  a la mulata, corresponde temerosa,
  sonrío en gratitud, por el sexo sin coito,
  hubo penetración del aire, 
  mirar sin manchas ni victima, ni culpable. 
  Salgo presionado por la multitud, 
  ella mira a través del cristal lateral, 
  tomándose un sorbo de aire asexuado. 
  Me adentro sin necesidad de caminar, 
  dejo arrastrarme por la marea de humano 
  hasta salir a Brooklyn 
 
 
 
 
 
 

 
 CREACCIÓN EN HARLEM.
 
 Una trompeta se esconde en el ánimo
 de la brisa, bailarines cuerpos agusanados
 se resbalan en la cola resabiosa
 del piano solitario. Cuajada la noche 
 transmutándose en un cuervo;
 exhala gotas olvidadizas, 
 dejándolas atiborradas de recuerdos en
 caracolas sin memorias.
 Todo descansa colgando en perchas,
 la forma y el espíritu son polvo cósmico
 el sonido melodioso del principio 
 se avecina sigiloso, los danzarines brotan
 de la nada, embriones en la matriz universal
 con vidas propias y se siente nuevamente
 el piano con su cola resabiosa, emergiendo
 del profundo éter. 
 
 
 
 
 
 
 
  


> De: SabioUnamuno@aol.com
Para: <salvaje@labutaca.com>
Fecha: lunes, 25 junio 2001 16:39
Asunto: Re: Gracias

Hola Miguel!!
Te pido escusas por las molestias que pude causarte
desconocia este problema.
Gracias por tu comprension y aqui te envio lo que he escrito.
Apreciando tu ayuda.
Daniel Montoly
 .


 

de damiel montoly

a 3 de Julio 01

 

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