I
Los espacios vacíos la luna
descarnada sonriente los llena
con fantasmas con miedos con locos
la mar con sus huesos
el cielo y sus hombres hundidos
y el corazón desinflado
de un vendedor de lunas.
nocturno sonriente y la luna
triunfante en su sangre
lo llena con noches borrachas
lobos hombres y bosques de putas
desvelados triunfantes de angustia
esqueletos buscando piel por las calles
y la herida esperanza
junto al chicle dormido
bajo la suela cansada
del zapato del mundo
que ayer gritó sus vacíos y la luna
con un labio cruel los llenó.
II
El sol es un cazo de sombras
cocinadas con hombre y protesta
con leche de pecho empapado
en aceite de muerte insomne.
Quien quiera que fuese ese sol
definitivamente no es de esta tierra
y así pues las sombras que manda
pertenecen a otra sustancia.
Espera su guiso el momento
de que alguien abra la boca
para hacer de su oscuro pretexto
verdad como fuente de piedra.
Los siglos son los que bailan
bajo rayos de luz siempre necia
a un ritmo que pocos conocen
y un millón de despistados corean.
Es un caso este cazo de sombras
que en su lecho la virgen espera
con la boca de humedad de beso
y alacránico deseo.
III
El hombre y su escritorio son uno mismo
muerte vida y sueños sexuales
en un monstruo creado por la cosmogonía moderna.
Moderno funcionamiento de este ser
creado para detener todo lo que avanza.
Dique de seis patas con cabeza.
La imaginación quedó corta
y la Biblia no lo registra como apocalíptico.
Pero estos tiempos no podrían imaginarse
sin un hombre con su escritorio.
Monstruo inservible de la época pensada
tan libres que eran los dos
cuando uno era árbol
y el otro bajaba de él.
IV
Caíste
qué le vamos a hacer ahora
que tu rodilla guarda cicatriz
tan grande como tu apuro
de mirar de dónde vienes
sin saber a dónde caes.
Desesperado te escarbas los ojos
buscas imagen alguna que pueda
ayudar con tu pobre figura
en medio casi perdido de toda la gente
o humanidad que al igual que tú
cae de algún lado todos los días.
Acaso la cama es el sitio elevado
de nuestros sueños de aserrín comprimido
o en tu protector capullo de sábanas y cobijas
sin ser nada te crees algo, pero,
qué le vamos a hacer
si vives engañado a esa altura
engañado de importancia
y para terminar engañado de caídas.
V
Lindas señoras que escriben
qué miserable vida sostienen
tristes y torpes sus pechos
en donde sus maridos encuentran
algún que otro verso perdido.
De su ínfima y obediente vista
que es domada por el gran poeta
que a grito medido ordena
la pobreza de la noche y el día
en estrofas sucias y perfectas.
Las lindas señoras olvidan
que escribir no es razón de loras
y si es miserable su vida
mejor aprendan artes amatorias
para que dejen en paz a la poesía
y hagan de lo erótico un marido.
VI
En un cuarto hostil como su cuarto
el poeta maldito contempla
a todas sus cosas estrellarse contra las paredes
y crujen sus negros dientes que machacan flor y retiro
y cruje el cielo y su techo en donde se acurrucan
asustadas y mortecinas auroras.
su desmayada luz se vuelve sable
y corta su cabeza.
En el hostil minuto que llega la conciencia
los ojos dan de topes contra el muro
la verdad huye por debajo de la puerta
y el pordiosero se viste de tierra
y la ventana le ve irse y al poeta se le ve
morir en las manos de las gordas.
Una lengua hostil como su lengua
se alarga por las noches y en descuidos
ahorca al infantil y maldito poeta.
VII
En medio crece un árbol de hielo
con las ramas azules de fuego
y las frases profundas se esconden
como víboras educadoras de Eva.
En medio, casi, como está el ombligo
obligado a ser pozo de lenguas
se encuentra este tronco de agua
relamido por tanto poeta.
No hay bien que se acerque
ni nadie lo ha visto
se sabe que existe por la hoja en blanco
que hiela la mano cuando se escribe
y como pájaros celestiales las letras
le ponen carne a los cielos
que en palabras se deshacen
sobre el árbol de vida
o los árboles de fuego.
VIII
Culto del culto amor y la muerte
y no del vulgo morirse y querer
nada más sentir como lechuga
siente el recuerdo del polvo
eres y al culto no le pasa jamás
morir por morir en vano
ni amar por amar tan solo
sin antes dejar su nombre colgado
en panorámicos anuncios que saludan
a la sabiduría del tonto
al ciego regional que habla de la muerte
lo confunden con la gloria espiritual
y cuando le hablan del amor
lo confunden con los premios y honores
que el culto de la muerte y del amor
nada tiene que ver con lo efímero
que vive en los ojos de los cultos.
IX
La espalda es la cama natural del cansado
los ojos del que ve son espejos del que busca
el grito es el susurro del esclavo
la memoria es cosa inútil del que avanza.
Casa es el hombre con los brazos al cielo
sexo el martirio del cuerpo condenado
pasa la sonrisa de la muerte vuela
uno o dos son los que saltan
sin que los brujos futuristas puedan voltearles la cabeza
y el pecho es tierra si se mira a las estrellas
y el sol es ceguera que parte en dos al cerebro
los dedos pequeños del pie son zancos del presente
las manos mariposas llenas de pus
los labios besos de piedra nacimiento de la chispa
el estado natural del hombre es la mujer.
X
La poesía es perra que juega a morderse la cola
y cuando por descuido la atrapa
inmediatamente la suelta para continuar el acecho.
Gran perra ésta inventora del juego
que por grande y por bueno
tuvo entre rabo y rabo muchos miles de perritos.
Todos ellos con los genes de buscar el rabo
grandes torbellinos son todos con sus vueltas
unos más que otros menores pero levantan polvaredas.
La gran perra hace tiempo ya es lenta
y sus despiadados cachorros nunca cesan
de jugar a perseguir su cola
unos son rabones otros con colas de cometa
la muerden y la sueltan.
La poesía esa gran perra no tuvo la culpa
de que inventaran los premios y las becas.
XI
A
en la letra
su primer grito
pasos en la tierra y
poema con sus primeros
del tiempo, del cuento, del
y las escuchas en esta pirámide
chispas que precisan del hablante
moderno iluso duradera voz sobre las
mediocre mundo moderno que cada vez más
escribir con ese deseo de trascender en el
mágicos y no tan mágicos que hicieron todo menos
ritual y sus historias épicas y líricas de seres
es en la escritura que acompaña más allá que el fuego
Donde comienza el recorte preciso de la soledad humana
XII
La Poesía no es para los solitarios asnos
ni para los grandes rebaños.
hay miel en la quijada de los burros
y los comerciantes se frotan las manos.
los sementales con las mejores hembras
pero para ellos no es la Poesía.
ni para los antologadores de pueblo y para el pueblo
que la ocupan para hacer algo de su pequeño nombre.
demasiado es crearla
para que los Poetas se vuelvan coladeras
y alimento para las institucionales ratas.
la Poesía no es viento para modelar a la masa
y oxida su torpe cuerpo si a ella llega.
nada tiene que ver la gente con la Poesía
a menos que el poeta venda telas
y forraje para serpientes y ganado.
la Poesía no es para los ojos del intelectual
que cobra sangre en las universidades
y vende sin vergüenza su lengua y sus corruptos labios.
afortunadamente la Poesía no es para el lirón,
ni para el más listo, ni para la virgen del cerebro,
ni para la sonrisa, ni para el libro, ni el librero.
maravillosamente la Poesía es para la Poesía.
XIII
El cerebro partido en dos como las nalgas
los brazos señalan en ambas direcciones
los ojos con su mirada de idiotas
con la visión universal del sabio
dividido en voz su horizonte
partido en jardines del infierno
algo nos dice el dios bicéfalo
algo que los puentes nocturnos no conectan
algo que ningún hemisferio sabe todavía.
XIV
De mentirosos y fascistas
ladrones y asesinos
suicidas, locos, arañados por el tiempo,
prepotentes e impotentes revolucionarios
soberbios y vendidos
guarda honras, descastados
bastardos con el corazón de mano
drogadictos embrutecidos
alcohólicos desahuciados en el amor
en el olvido de ser jóvenes
en ausentes y esclavistas
prófugos insensatos de usar bien los cubiertos
muertos con labios de madrugada
estúpidos amantes de sus madres
de sus hijas de sus hermanas
de rojos vestidos o de azul venado
histéricas, patéticas amorosas lesbianas
de combatientes y soldados vulgares acomplejadas
de enfermos y enfermeros piratas de la lengua
de todos esos maravillas y un poco más del animal
es que bebo mi poesía.
XV
Si habláramos sin hablar
en un juego sin jugar
de decir desdiciendo
todo o nada
confrontar sin confrontación
la palabra y el vacío
que no es lo mismo y sí lo es
estaríamos sin estar
ante la visión sin ver
de lo completo e incompleto
de la idea y su contrario
dentro y fuera
del lenguaje y su silencio
si hablamos sin hablar
y escribimos sin escribir
al final y en un principio
es lo que se intenta hacer.
XVI
Separados por un peine
del espíritu animal
voy, me miro en el espejo
y espantado regreso a mi árbol.
será que todavía
aunque me inquiete una computadora
me espanten los relámpagos
será que todavía
aunque sueñe en aviones
muera el vivir de amor
separado como estoy de un peine
mi sudor
mi dulce sudor es y siempre ha sido
de un bendito animal.
XVII
Contemplar los vacíos de los dedos
entre espacio y movimiento laberintos
que la bella idiota desde su ventana
adorna con sus largos y descompuestos cabellos.
Contemplar lo amargo del paisaje
y la suave maraña que se cuela en los párpados
como la respiración por debajo de las puertas
como la maldad por debajo de la lengua.
Contemplar en los espejos caballeros
la vejez de las siluetas que se incendian
en los tiempos dañados
con sus llagas y sonrisas chimuelas.
Contemplar como ya nadie viene por aquí
ni atrevido alguno cuelga de las enredaderas
en estos cuentos los dragones son libélulas
y las princesas mueren con sus amantes en las carreteras.
XVIII
Paso al rey de los mendigos
Señor de las nubes de cera.
Extiendan la sangre en charcos y capas
abran las manos en juegos explosivos.
Den paso al emperador de las banquetas
su majestad el pobre.
Saquen almas nobles al desgarre
cierren bocas en tímidas condenas.
Paso para el muerto entre los vivos
con todos los aplausos de las sombras
con toda la gloria de animales callejeros
con todo el amor de las botellas
naufragios del cemento.
Paso al rey de los mendigos
envidia de Dios aquí en la tierra.
XIX
Ya no cuentan los hombres que se vuelan la cabeza
de extrañarme me extraña todo
el ahorcado que se cuelga de la noche
la loca que muere congelada
el abrigo flotando en el río sin Virginia
de extrañarme me extraña todo
menos el odio que siento y la pena
por los que nos dejan morir sin hacer nada
sin detener el veneno ni la soga ni la navaja
ni la palabra
el balazo a un corazón niño
la amable y despiadada locura
el cuerpo enamorado de Nerval
o las huellas digitales de un poeta
sobre su propia calavera
y de extrañarme me extraña todo
menos el odio que siento y el vacío
por la puerta por la náusea por la muerte lenta
diferente a la muerte de los que nos matan
y de extrañarme me extraña todo
menos el buscar delante
las otras fantasmales caras.
XX
Mujeres que caminan con sus vaginas
hombres que caminan con sus testículos
niños y niñas caminan con sus manos
y los ancianos
los ancianos sólo ocupan sus piernas.
Algo extraño pasa aquí.
XXI
El polvo despierta de su letargo
es carne
la carne toma conciencia
es hombre
Él sabe que un día morirá
es tumba
la tumba por tiempo termina olvidada
y se hace invisible como el polvo.
Entre el cielo y la carne siempre está ese dios ignorado.
XXII
Se ha culpado a la reina
de tan oscuro misterio
pero a su hijo bastardo deben
su más florido secreto.
No es la corte perfecta
ni es el reino encantado
pues en esta historia, todos,
hasta las princesas pierden.
Que quiebre absoluto de dones
que amarga fe sin costilla
un decadente rey se limpia
con discreción el deshonor del hado
en el pequeño nombre del bufón del reino.
> de Fonz de Tanya, Chiapas, México. Poesía de Fonz de Tanya para poesía salvaje Saludos Poesía Salvaje desde Chiapas, México.
Pues respondiendo a su invitación les envío un
poemario que se titula: La Danza de los Idiotas.
Esperamos respuesta para seguir compartiendo la
poesía.
Saludos.
Fonz de Tanya y Tanya de Fonz
de Fonz de Tania
a 30 de Abril de 2002