tres años
 

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 observarte y no poder tocar
 es mi juego en el amanecer
 
 tú aún dormido y yo muy levemente
 asciendo la loma de tu costado
 esculpo la amplitud de tu espalda
 con mi mente
 
 busco imperfecciones que amar en tu piel veo
 de cerca las costillas y el corazón adentro y pienso
 que tu jaula es la mía
 
 
 
 
 
 
 
 amor
 usa tus dos manos
 así baila
 y hazme cuenco
 méceme y embiste luego
 como tú sabes guíame seguro
 sin miedo
 
 

 

 
 
 quieres luz para devorarme
 mientras me buceas y  tus ojos
 se sorprenden siempre de mí
 cuando te corres
 yo nunca me quiero duchar
 tras tenerte adentro llevo
 en mi piel tu sudor en mi vientre
 tu semilla y tus lágrimas
 como el rastro del caracol
 en la mejilla
 
 
  
 
 
 
 la costumbre hace estragos, amor
 no te lamentes de los hombres de mi pasado
 ni de lo que tu llamas sin saber  
 gestas de leona  
 pues soy muy dada a la fantasía y
 quizá sin ellas creyera
 que llega hasta el mar 
 la madreselva
 
 
 
 
 
 
 
 cómo odio tu silencio
 me obligas a trabajar en él
 como esculpiendo niebla y libro
 tales batallas con reflejos y sombras
 no me castigues más
 déjame llorar
 ya
 mi bien
 
 
 
 
 
 
 
 ¿cómo puedo yo,
 yo, que soy toda corrientes y regueros,
 amar a un hombre tan poco fluido?
 quizá sea esa negación de todo
 excepto de mí
 lo que me ciñe
 o la lujuria sorprendida por la consistencia,
 por esa seguridad sin fisuras de quererme
 
o tu bondad
 
 
 

 
 
 ¿me permite usted, señor, descubrir su bella alma?
 sé que anda por ahí
 como anda en el aire del crepúsculo
 el poema más hermoso de mi vida
 

 
 
 
 
 ¡siempre la misma historia!
 
 yo que quiero ser Venus de mármol,
 vacío lugar de encuentro del alma y el deseo,
 y la vida que se me presenta en bloque,
 y la necesidad que me desborda de poner
 cincel y corazón a la obra
 
 
 
 
 
 
 
 aún no comprendo cómo te atreviste
 a recoger con tal lentitud
 la gota que cayó en mi pecho
 cuando bebía
 aquél día,
 hace ya cuatro veranos, amor mío
 está visto que el deseo espolea
 la osadía
 
 
 
 
 
 
 
 dejé que el amor se convirtiera en palabra
 por soñar planetas y ser otras
 por vivir más vidas y por miedo
 a tener ya sólo
 recuerdos
 y porque quería descansar y ser
 estatua
 un momento
 
 pero
 lo tengo ahora entre mis brazos
 y late como la luz que alumbra
 nuestras historias
 las de todos
 
 
 
 
 
 
 
 te dejaré estar a  mi lado
 donde construya mi hogar
 en el mundo final en que estancan
 los movimientos y proyectos
 su misterio
 
 allí esperaremos las idas y venidas
 del sol en su ciclo mientras la marea
 lame despacio los materiales de nuestras
 obras, el hierro y la piedra, la madera,
 y hace de ellos otra vez
 agua y aire
 
 
 
 
 
 
 
 siento vergüenza de esta paz
 como si la humildad se exhibiera
 y pudiera ser lluvia sobre los que penan
 
 
 
 
 
 
  


de llovizna

a 6 de Octubre 01

 

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