amnesia
Tengo todavía un sabor ajeno en mi boca. Según avanza al interior, sin ningún dolor aparente, va dejando nada donde hubo algo.
Noto todavía el peso de su levedad hundiéndome en una espesa niebla, que me hace ser una parte ínfima de un todo inerte.
Todos mis pensamientos son hojas flotando en agua, escritas en blanco, deshaciéndose en partículas de nada. El remolino es una fuerza propulsada por una palanca, un mecanismo succionando.
Todo perece, todo perecerá.
Permanecer en la azotea con una sonrisa tan simple como una boca sin dientes. Ahogarse con una mascarilla de oxígeno. Bailar con una camisa de fuerza. Diluirse en un azul tan intenso para llegar a mi interior, a su interior, un onanista de imágenes.
Atrapado en la esfera, resguardado por su espeso cristal, mis dos cuencas vacías se asoman al exterior. Perderlo todo es empezar.
Abres los ojos
Tu cuerpo descansa baja el sol abrasador
Has vuelto a nacer en medio de ningún sitio
Desnudo
Solo
Sin nada en las manos
Ni en el corazón
Pero tu cuerpo está cansado y notas cada órgano como una carga insoportable.
Tienes todo el espacio posible para huir pero nada de que hacerlo.
Posiblemente quieres poder volver a dormir
Cerrar los ojos
Y aparecer en otra parte
Cuando los vuelvas a abrir
Pero tienes la certeza de que no será así
Solo te quedan dos opciones;
Quedarte sentado en aquel páramo desconocido
O empezar a andar
Andar sin pensar en nada
Y al final terminas caminando
Sabiendo que se puede andar hacia delante
Pero nunca hacia atrás
Realmente es ahora
Cuando te das cuenta que estas desnudo
Empiezas a sentir frío
El sol te ha abandonado
Como el resto de tus recuerdos
Caminas y caminas
Sin nada en que pensar
Con el corazón vacío
Y el alma helada
Segundos, horas y minutos transcurren en alguna parte
Solo al final de tu camino
Delante de tus ojos
Encuentras el descanso
El vergel del caminante
Detrás de la montaña se esconde el sueño eterno
Un valle silencioso donde la carne se convierte en hueso
El hueso en polvo
Y el polvo en viento
Y el viento toca tu pelo
Sin saber si es viento
O cualquier otra cosa
Detrás de la montaña se esconden todas las respuestas
Quisiera que mi carne fuera hueso
Que mis huesos fueran cenizas
Dispuestas a olvidar
Cenizas que se esparcen
Y se convierten en viento
Dispuestas a ser cualquier cosa
Menos a volver a ser yo mismo.
Llegará un momento en el que no seamos ya
Ni carne
Ni hueso
Ni polvo
Llegara un momento en el que no estemos en ninguna parte
Ni en la tierra
Ni el aire
Ni un recuerdo más llamará a despertarnos.
> From: G. Birkhoff <birkhoff5@yahoo.es>
To: <salvaje@poesiasalvaje.com>
Date: miércoles, 26 marzo 2003 13:00:

poesiasalvaje
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