Confesiones Nocturnas

 
 
 


RECUERDOS DE TI

Ya no puedo aguantar el acecho incesante de este recuerdo fatal. Me persigue tu voz dulce y zalamera; siento en mis oídos el susurro de tu aliento intranquilo, caliente.

Tu rostro se muestra cautivo en mi mente, te has convertido en presa de mis pensamientos más indecentes.

La mirada en tus ojos dejó huella en mi alma,
junto a tus labios fogosos que se comieron mis entrañas.
En mi cuerpo está la marca de tu paso tormentoso:
cada beso, cada abrazo fue grabado en mi piel.

Tengo las heridas abiertas, es mi corazón que desangra por tu ausencia.

No sé dónde estás, me revuelco en la incertidumbre...

quisiera verte, hablarte y escucharte;
comerte, olerte y tocarte;
abrazarte, besarte y amarte...

pero te encuentras lejos y escondido, apartado de mi espíritu en soledad y sólo me queda la memoria y algún momento de felicidad.




 
 
 





NOCHE CONFUSA

A veces tengo miedo de estar soñando y quisiera no tener que despertar... pero tu amor me es incierto y ya desconozco la realidad.

Aunque me cuesta aceptarlo eres mi aliento en mi fatiga,
la pena que me da alegría, el dulce amargo de mis días.

Si no fuera porque hay momentos
en que me siento como perro sin falda,
como un ave sin alas, como un león sin garras.

Y sin embargo, cuando te escucho me vuelven las ganas, el deseo de seguir en mi camino inseguro de aventuras por descubrir.

No sé como lo haces,
pero tu voz tiene la fuerza
que me incita a mover montañas;
y a la misma vez me desconcierta el alma.

Cuántas veces no he querido desgarrar la noche con un grito, salir corriendo al infinito o volverme invisible ante las miradas incisivas de la gente incomprensiva.

Me hago vulnerable en esta confusión de sentidos y sensaciones encontradas. Quisiera poder detener este enredo en un segundo, pero la lluvia no ha cesado, la inundación es inminente; el agua me llega hasta el cuello, las corrientes siguen su curso; mi vida tiene que continuar a pesar de este amor inconcluso.


 
 
 



(Con la) MIRADA PERDIDA

Me encuentro en la penumbra entre el dolor y el sufrimiento. Mi mirada sigue perdida en un mundo de sombras, en un abismo eterno, en una tormenta de silencios. Tus palabras resuenan en las paredes de mi mente, y de pronto surge el monólogo inconsciente. Estoy harto de este diálogo aparente, parece que no tienen fin los estragos del presente y me lleno de dudas, me siento perdido en esta laguna.

Pensamientos contradictorios, miedos y angustias forman este valle de lágrimas secas y sucias. Deseo salir a flote, encontrar la manera de llegar a la orilla de un amor que se aleja; dejar de ser náufrago de mis propias ideas, para poder cantar de nuevo las canciones que me alegran. Sin embargo me es difícil, tu presencia se manifiesta, te materializas y dejas huella.

Te encuentro desnudo entre las quimeras de un corazón iluso, vestido de naturaleza. Es mi alma que se pinta de verde y despierta a una realidad inconclusa e incierta. Porqué no vuelves de tu sueño, levántate, reacciona... antes que mi barco zarpe de tu puerto y no haya forma de detenerlo; antes que se pierda en el horizonte junto a mi mirada de pena y desaliento.

 
 
 


NOCHE DE INSOMNIO

Por qué la intranquilidad me invade la mente y el cuerpo.
Por qué la alegría viene y se va, y juega conmigo sin piedad.
Por qué regresas y después te alejas...

Te quisiera cerca junto a mí o lo más distante posible, lejos de aquí.
Sin embargo, me acechas, no me dejas dormir...

Te quiero y a la misma vez no puedo seguir soportando esta angustia, la espera,
la indecisión.
Si tan sólo tuviéramos el valor de contestar estos porqués con acción.

Sale el sol, cae la noche; los segundos se convierten en minutos, las horas desvanecen la ilusión. Otro día más que pasa sin saber de ti, otra ave negra que vuela alrededor de mí. Los ríos siguen su curso, las estrellas brillan nuevamente, pero yo sigo aquí dentro de un vaso de agua sin gente. Quisiera ser optimista y no tener que escuchar analistas; quiero parar de escribir y volver a sonreír.

Las metáforas me persiguen, mientras el lápiz se ríe de las cosas sin sentido que se me ocurre escribir. En esta noche de frío, locura y silencio deseo entrar de nuevo al mundo de los sueños. Me despido por el momento, no sin antes decir que aunque me queme los sesos no voy a dejar de pensar en ti.

 
 
 


CONFESIONES (me siento desvanecer...)

Se acabaron los monólogos silentes, se acabó la pesadez del presente; sólo queda la pesadez del presente; sólo queda un futuro incierto de un sueño sin realizar. Ya la mirada perdida encontró ese algo vacío: la ilusión de lo que no fue, el aliento extinguido de vida. Ya mi cuerpo descansará desocupado, la piel no me temblará, el alma no me dolerá; pues mi corazón herido ya no se sentirá náufrago en el mar de tus dudas.

Y pensar que mi temor más grande pasó; y pensar que sin querer, dos veces lloré por ti. Reconozco que no me faltaron las ganas de gritar, salir corriendo y olvidar.

No es tan fácil darse cuenta de la realidad, uno se llena de esperanzas y luego se estrella en la pared de lo que ya no será. Y uno trata de tener fe en la vida; uno piensa que cuando la felicidad toca tu puerta la puedes retener para siempre, pero ella tiene voluntad propia y a veces decide partir.

No negaré que duele perderte, ya no sé si seré el mismo, ya no sé ni quién soy; me siento desvanecer en un mundo que no conozco.

Si tan sólo pudiera desaparecer de mi alma el recuerdo de tu ser, podría tratar de continuar sin desfallecer. Sin embargo, sé que no es posible porque estás grabado en un lugar que ya olvidé; tanto fue mi deseo de retenerte que perdí la llave que te guardaba.

Yo tan iluso pensé que al cambiar mi situación se simplificaría el amor, o al menos podría empezar de nuevo con una nueva visión. Más no fue así, intentando ser feliz en un sueno irreal me tocó despertar a esta gran verdad. Descubrí lo difícil, casi imposible, que es amar a alguien y que ésta no te pueda amar;

descubrí la otra cara de la soledad.

Puede parecer que me vuelvo frío, helado; que actúo arrogante, irónico; pero es el resultado de lo que fue este proceso agridulce de conocerte y quererte. Puede ser que haya perdido la fe, pero no he perdido mi espíritu; y aunque me sienta desvanecer, creo que nunca te dejaré de amar porque ya perdí el control de mi corazón, perdí los sueños y el sonido de tu voz.

 
 
 


confesiones nocturnas
por: MarcosJuan Fernández
abril – mayo 2003

 
 

> From: "Marcos J. Fernandez" <sabor_a_pr@yahoo.com>
Date: Fri, 16 May 2003 09:25:53 -0700 (PDT)
To: miguel <salvaje@poesiasalvaje.com>
Subject: Re: Publicar en Pensavientos de Alga

MARCOS de Puerto Rico
:

 
 

por Marcos Fernández

a 1 de junio 03

 
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