en tiempo de guerra

 

 
 
 









Y el golpe la sorprendió
majestuosa que volaba
en su líquido cielo
lenta batiendo sus alas
en la silenciosa penumbra
que el sol apenas mitigaba
con sus rayos iluminando
el dardo
que con un breve sobresalto
la traspasó mucha
pena tuvimos para traer
aquella águila de mar a la ribera
fiera que luchaba para escapar
del hierro que la clavaba
con su garra cómo
humiliada nos apareció entonces
fuera de su abismo
procurando de arrastrarse aún
impotente con el arpón hundido
y la boca abriendo muda
cómo ruego o maldiciòn
hacia el reino del que fue soberana
y azotando el aire con la cola
en vano y pronto uno la cortó
allá donde estaba la raíz del veneno
pero aquella sacudiendose
rehusaba de morir y así
agarrada una gran piedra
empecemos pegandola en silencio
que siempre intentaba de ponerse
en salvo y era solo aquel silencio
interrumpido por los golpes sordos
y por el jadear nuestro hasta que
con un último escabullimento
negra se recayó y inmovil
al fin el animal yació
en frente al mar dejando
una larga estela de sangre
que la ola de resaca
no consiguía
borrar


























En tiempo de guerra







Centinela, que hora es de la noche?
Llega la mañana,
pero también la noche.
Si ustedes quieren preguntar, pregunten.
Pero vuelven otra vez
Isaias, 21, 11, 12


Si esto si queda así
ustedes están perdidos.
Vuestro amigo es el cambio,
Vuestra compañera de lucha
la disensión
Bertolt Brecht


Cuando vean la humareda de su incendio
se detendrán a distancia, aterrados ante su suplicio
y exclamarán: Ay, ay de la gran Ciudad.
Babilonia, ciudad poderosa que en una hora
te arrasó el juicio
Apocalipsis, 18, 19, 10




El dolor de los humildes los injustamente
golpeados los pacientes los que
sostienen al arquitrabe del mundo
la ola que se pierde en las playas
un escalofrío de viento la oración
en esto valle gimientes o Señor
que en la noche se levanta temblando
donde pasa en silencio la luna





ay hijo
hijo
hijo

que te llevo en los brazos
y que tus años me pesan
hijo

como tres espadas de ausencia
para herirme el corazón

 

 
 



 
 


 


El álamo al viento. Ondea y
sueña. El canto del tordo
en su cumbre resuena

Vuelta de murallas lejana. La bruma
hiló silenciosa su lana. Días
y estaciones: niños y viejos

Navega lento el airón en su mar de viento
y la pregunta: "¿quien es?" "¿quien es?" lo persigue,
lo obsesiona, lo empuja más alto, más alto.
La niña delante del espejo por un ratito
se para de jugar con la mantilla de su mama

La radio de los vecinos barbota
un incomprensible oráculo:
cien hab gollad muer ter noch
qued todavía esper

Se ha volado desde su rama el tordo. El álamo está solo, casi
dormido. El airón también desapareció.
En el ocaso echando con pena su sangre, llega
silbando en el trigal una silueta flaca:
agita en la penumbra con ancho andemán sus brazos




hijo
que te han quebrado
para que yo no vea más
la primavera de tu sonrisa
hijo

y dulcemente tomar forma
la trama prometida de los días
hijo
La siembra de la cosecha


Los que fueron
vivos
que amaron
que soñaron
que dudaron
a brazos abiertos
yacen
sobre la tierra
con los ojos
fijos al cielo

La voz gritando
paz
se pierde en el silencio
y solo le responde
un viento

Sobre los escombros
de las ciudades de los
que fueron
vivos
que soñaron
que amaron
que dudaron
va dibujando
sus enigmas
el humo

Y se leen
en la siembra
los señales
de la cosecha

 
 



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> Queridos amigos,
cómo podrán ver desde mi noticia biografica al pie de esta carta, soy un poeta italiano desde casi treinta años comprometido
en la defensa con sus poemas de la causa de la paz, de la justicia y de la libertad.
In este momento tan dificil por el mundo, os envío este mi poema, En tiempo de guerra, que yo mismo traducí en su hermoso
idioma, y que creo exprima nuestra común oposición a la guerra que incumbe.
Si, cómo espero, ustedes encontrarán útiles estos míos versos, podrán utilizar mi obra de tres diferentes maneras: 1) haciendola circular en el web para provocar reflexiones y discusiones entre los con que ustedes corresponden; 2) imprimiendola cómo libro que podrán vender al precio que ustedes decidarán y teniendo el dinero para financiar vuestra actividad; 3) utilizandola cómo texto de recitals, tal vez con acompañamiento musical, de jazz o de otra música: es, os aseguro, una manera muy eficaz para llegar al corazón de la gente.
Antes de despedirme, querría liberar el campo de una posible equivocación: el grito contra America que encontrarán en mis palabras no es, naturalmente, contra el pueblo américano, sino contra la ideologia de nuestras sociedades del así dicho "primero mundo", es decir el 20% de la humanidad que hambrea, explota y devasta los demás. Una ideologia contra la cual ustedes mismos combaten -y este es vuestro honor- para un mundo de paz, de justicia y de igualdad. Que son los ideales que inspiran a mi poesía y que me empujaron a dirigirme a ustedes. Esperando vuestra respuesta, agradezcan mis saludos:
Giulio Stocchi
Corso Magenta 88. 20123 Milano. Italia
tel. 390248003443
e-mail: gstocchi@planet.it
http://gstocchi.web.planet.it



Giulio Stocchi nació en 1944.
Estudió filosofia a la Universidad de Milán y Arte Dramático en la Accademia dei Filodrammatici de la misma ciudad.
Su actividad poetica pública empezó en 1975.
Desde entonces, y por muchos años, sus palcos escénicos fueron las fábricas ocupadas por los trabajadores, los actos populares en defensa de trabajo y derechos; hoy, los teatros, las universidades, las salas de conferencias: pero siempre caracterizando su poesía por un muy original contacto con el público.
Con su particular atención a las valencias sonoras de la poesía, Stocchi publicó varios discos: Il dovere di cantare (Premio Nacional de la Crítica Discógrafica), Punto e a capo, La cantata rossa per Tall el Zaatar (con la música del jazzman Gaetano Liguori), Da sogni e da città, siempre con Liguori.
Publicó con la Editorial Einaudi el volumen de versos y prosas Compagno poeta.
L'altezza del gioco será publicado en 2003 por la CUEC de Cagliari.
Stocchi es miembro del Club Psómega que reune artistas, filosofos y hombres de ciencia para el estudio del pensamiento inventivo. Participó con sus poemas y enayos en los libros publicados por el Club Psómega, Il pensiero inventivo, Milano, Unicopli 1992, La vita inventiva, Napoli ESI 1998, L'almanacco della Tikkun, Milano, Marossi 2003.

 


 
 

de Giulio Stocchi

a 3 de Marzo 03

 
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