Un día de clandestinidad ... la vida prohibida;
el musgo de la terraza de un estómago, como siempre, en obras,
reluce hoy sonriente al atardecer.
Cae la noche en las ensoñaciones de un borracho;
la fantasía del combate contra la dualidad también,_
la vida _prohibida.
La vida prohibida _o el sentido de la trascendentalidad en los comicios femeninos,
el árbol de la seca estampa de la especulación.
Día “S” en que vio rizos, tirabuzones, de oro, de miel, de todo,
de sinceridad, de no sé qué que podía ser siendo imposible que sea lo que pudiera haber llegado a ser que, de hecho fue, casi sin que, quizás ella, quisiera,..., y, aún así, aguardan los lamentos post- trance, el Rey de Harlem de Lorca venido a menos, el más árido desierto de El Sáhara, la vanidad refutada por el tiempo, cuerpo de mierda para empañar la tristeza de la miseria,..., ¡dulce miseria! que el hipo nubló, de formas humanas, muy humanas, de humanos roces de miseria constreñida, de lo que no se puede hablar diciendo o hablar hablando, recordando o escribiendo,..., ¡es todo mentira!, hasta aquí llegó en sus disertaciones, el bagaje de un Romeo sin ambages, que destruye la poética, derruido su sentido,..., ¿qué más le queda?, ¡qué más le da!, si muere en vida cada día, no tendrá miedo de lo que ocurrió, es más_ piensa que fue maravilloso pues sus yoes le hablan mucho de ella. Daría lo que fuera o la vida, por prohibir la vida prohibida,...,
Día 2 en la clandestinidad (elogio a la ternura).
..., más rizos de felpa dulces en el ocaso de los vientos,
más tristeza en la rutina de la igualdad,
más pena en las lágrimas de los cielos,
esta Luna me ha dictado su ciudad.
De aquí a tres años veré, no sé,
si de aquí a cinco años lo sabré,
es más, no hay tiempo que entender
sino el tiempo en el que muero, ayer.
Otra vez, eso sí, ahora fueron de oro, es verdad.
Rizos de contagio en ternura, fábrica de elogios a la hermosura, trigo limpio sin angosturas, el mar, el cielo, la tierra, los elementos,..., la sal, el dulce y el vuelo de un gorrión hacia el alimento.
Ni mirra, ni oro, ni incienso,..., olvida los placeres de dioses
que, en otro tiempo te dieron,
no jodas mi plenitud en el lecho,
toma mi alma en vilo y
aprovecha lo que fuimos,
no me dejes, cariño.
No paso un minuto sin ver
las caricias de una diosa,
el pan que el mendigo coja,
el vino del borracho fracasado,
el dinero del capitalista adinerado,
el dentista sacamuelas activista,
la sonrisa, el pecho y el placer de haber estado con una Dama en la víspera,
de la tragedia del anuncio de derrota,
ante mí, de mí todo explota.
Vuela gorrión antes de que te coja,
todo lo que por mi mano pasa, pasa
todo lo que me diste, dista
mucho de lo que soy,
no me basta.
Vuela gorrión, vuela,..., no me enamores más el alma,...
El subterfugio odiado.
..., dos años, cinco meses y ochenta días
han pasado sin ternura,
con bravura me atrevo a reconocer, empero,
que sólo ha sido un día.
Treinta minutos me cuestan, diría
para decir que mi alma es impía,
ya Mario me decía
que había que escribir, abriendo
llaves de sentido al comienzo
y puertas que no se abren.
No puedo condenar a un doble que,
por ser alma gemela noble,
no quiso seguir viviendo
pues parte de mí tampoco quiere,
aguanta el sufrimiento y
no puede seguir aquel viento,
de su enseñante en la nocturnidad, no de ella sino,
de un paso a otro, en las sombras pues allí estoy yo ahora.
Oscuridades que entrañan los sueños que sueño,
el sueño que sueña lo que sueño,
lo soñado-ensoñado que sueña con ella,
que dejo de soñar ensoñando con ella,
en un subterfugio odiado.
Las puertas que no se abren, enmohecen y quiebran;
moho en picaportes que nada esconden,
tablas que entablan tinieblas celestiales,
el infierno del tiempo consumido en el amor,
puertas cerradas que abren el odio,
de un paso a otro, abriendo los túneles de la reacción,
sacando luz de un espejo espejado en el fondo de un arcón,
ni tiempo ni espacio, ni paz ni gloria,
arrebatos posesos de dictadores infames,
que concretan los momentos del maldito espejo, usurpado
a los dioses cancerberos.
Ojalá no duerman las deidades en mis sueños,
se abra paso a un túnel posible de lo posible,
haciendo añicos, rompan los espejos sus dueños,
salga a mi encuentro la femineidad sensible,...
Crisis en los túneles.
..., camino doble que ensancha, las miras de los infieles
que tumbaron en su hipocresía la verdad,
que escribieron sobre Kafka
y salieron a la mar.
Túnel de doble vía que Samsa descubrió,
monstruo tabú de ilegales reales,
no amansa saber que el Cielo le condenó.
Monstruos que somos en un mundo de monstruos,
albaceas de amigos, los jueces del Todo,
abogados del diablo en funciones,
el Mal en oraciones.
Túnel de doble vía, viejo para recorrer:
salmos en las paredes “reales”, vistas de un Todo por Partes, partes de un túnel ocioso, de un maldito hombre perezoso, animal de enclave vago, la amistad clave del mago.
Túnel de doble vía, joven para comenzar:
Demiurgo de la “ficción” en las paredes, vistas las partes del Todo, todo de un túnel sabido ocioso, que contiene del hombre el poso, sustancia necesaria del café, necesidad para la vida necesaria.
¡Grete, vuelve a ser niña!,...
Dos infiernos y dos noches.
..., dos infiernos,
uno al lado del otro,
dos inviernos
sin compasión.
Dos derrotas,
dos ilotas
han perdido la pasión.
¡Ay!,..., duele y se va,
¡Ay!,..., entra y sale,
¡Ay!,..., hiela y arde,
¿por qué no se va?.
“¡Dos, desde el cielo por el mundo hacia el infierno!”,
Goethe en la penumbra de las ilusiones,
del descanso en los aposentos del averno,
Mefistófeles declaró mundanas sus pasiones.
Que condenen a los astros reyes,
que no suplan mi identidad los fieles,
que los lleven al paredón,
que los fusilen sin perdón
pues mi alma ha perdido la inocencia,
en este maldito mundo sin conciencia,
que me manden al Polo Norte,
que lo hagan tocando meso forte,
como Mahler pensando se toca,
como los cuerpos, hacen la vida, poca.
En esta ciudad invisible,
vivo solo, sólo vivo
condenado a lo sensible:
hacia el Báratro arribo,...
El mundo se ha cansado.
..., me he cansado del mundo,
la vida me ha dado por culo,
los sueños me han hecho un mulo,
de un sitio en que no soy oriundo.
Pongamos las vistas en los oídos,
la lengua en la poesía,
los besos en los labios,
pero, no finjamos:
no me obligues a matarte,
no me digas que me mate,
no me dejes apartarte,
no te quedes si no late
el estómago del borracho,
cansado de cansarse,
en un mundo cansado
de hacerse dueño
como un macho,
que quiere separarse,
por estar amansado
y perder el sueño.
El mundo se ha cansado de mí
y, no pienso pedirle perdón.
La vida me ha dado la espalda
y yo se lo he dicho a Mafalda,...
Un payaso.
..., cuatro voces en la sonrisa de la vida
y, en ninguna, hay métrica o rima.
Cuatro cantos en la desesperación de los males,
en los que dejamos de ser animales.
Lou Reed a la espera de un taxi en Nueva York,
la garganta de Hendrix en una botella de absenta,
el marido que regaña amando a la parienta,
el niño que mirando besos, se alimenta.
Luces y sombras del sol que asombra,
dejando perplejos,
rompiendo los espejos,
el payaso en la sombra
se hizo excedentario,
en un mundo presidiario
de sueños arbitrarios,
en que la risa
y la sonrisa,
han sido vetadas,
una vez promulgadas
las leyes del sentimiento.
¡Dejen cantar a los humanos!,
dejen que nos metamos las manos,
no me apaguen la música del bar,
denme diez minutos para charlar,...
> .., hola, sólo deseaba sacar la angustia del maldito ordenador,...
.., atentamente,...
muro inhumano vs-hu
de muro inhumano vs-hu
a 13 de Agosto 02