amor y distancia
 

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Amor y distancia

 
Mi sur te imaginó desde un sueño
que placido elevó su lívido para buscarte...
Ahí..., donde el Maya adora a sus dioses,
 cada noche me elevo a tu norte para adorarte.
Tierras mayas de sacrificios y alabanzas,
mis ojos te buscan en la inmensidad de esas pampas,
que llevan al águila en su bandera como estampa.
 
En este espacio infinito donde las formas son letras, 
donde el corazón se arrasa con el poder de la palabra,
voy acuñando esperanzas en cada charla...
Te siento, te veo! Te toco! 
Marcho a tu encuentro inundado de vos 
cuando cierro mis ojos...
y me elevo etéreo en sueños cuando te invoco.
 
Con el amor suceden cosas extrañas,
se derriban las fronteras del alma
y se devoran las distancias...
pero son los sueños los que alimentan la esperanza.
Por ello, mi amada... luz lejana! 
búscame en tus sueños a los flancos de tu falda,
sosténme la mano firme y no me sueltes... por nada,
que si es amor esto que nos pasa,
tenlo por seguro ...
esta fantasía que anuda tu alma a la mía,
unirá también nuestros cuerpos la mañana de un día.
 
 
 
 
 
 

CARICIAS
 
 
¿Te han acariciado sin rozarte la piel?
 
Irradia el ser destellos
¿humanos?
Inmanejables, irrazonables
Suspiros enérgicos del material... 
¿del que está hecha la vida?
 
¿Qué insubordina a tanta magia dormida?
¿Borrascas de otras vidas?
¿La adormecida sabiduría del alma 
que irrumpe la monotonía?
 
Inanuciado anónimo segundo
que une el origen y el fin y el todo
desbordando destellos
 que decapitan las astas agudas
del portal de la piel. 
 
Brilla la mirada
se tensa la palma morando su entraña
no rosa sustancia.
Acelera el ritmo el pecho
se detiene el tiempo.
 
Alguien, 
lejos,
toca tu cuerpo.
 
 
 
 
 
 

Docilidad y rebeldía
Mc Litton
 
 El destino tiene dos maneras de herirnos :
negándose a nuestros deseos... o cumpliendo los de él.
Sin embargo, podemos rehusar a aceptarlo tal y como se nos presenta.     
 
Desde aquellos primeros días de la razón, 
he sido un espectador de la vida.  
A veces mirando al mundo girar desde mi dócil pesadumbre pueblerina... 
Tantas otras,   observándolo desde el lugar reservado a las águilas; 
elocuente, transgresor, actor o simplemente un sensible soñador...
 
Sin embargo,
cuando vuelvo al pasado trayendo recuerdos a mi mente vaga, 
solo llegan hasta ella los momentos de audacia...  
con algún esfuerzo logro capturar la chatura rutinaria.

Con todo, de cada cosa aprendí algo...
Todo conspiró!  Vista, razón y omisión... 
para construir la persona que soy.
 
Me modelaron del sutil modo que tienen los artistas desde sus dones, 
o a golpes de chocar con las formas
 con que los paradigmas modelan las razones...
 
Del modo en que viví, 
del modo en que siga viviendo 
y del modo en que algún día muera, 
seguiré pensando que ese es el sentido de mi vida, 
a veces la docilidad, a veces la rebeldía. 
 
Pero si por los errores y aciertos cometidos,  
pudiera llevarme al más allá un trozo de acá,  
eligiría el amor y el odio, 
porque ambos, como la docilidad y la rebeldía, 
serán mis extremos en vida.
 
En ese viaje final pondría ...
de un lado a la persona que hice feliz 
hasta los huesos con mi hidalguía.  
Del otro, 
a quien mortifiqué en lo profundo de su alma con mi cobardía.
  
 
 
 
 
 

 El ancla de tus besos con alas
 
Mis dedos sumergí en aguas cristalinas 
y pasó rauda mi vida bajando desde la cima...
boceto equivocado que sumerjo en arroyo helado
resignado de no haber sido de mi como había deseado.
 
Susurros de aguas raudas descendiendo desde la montaña ...
"la vida... es al fin un cuento de hadas!
amarra tu alma a la piedra de una esperanza
y escribe sobre mi superficie tus sueños y añoranzas".
 
Esperas largas sobre la piedra amarrado a la esperanza
esquemas de inciertos devenires que enciernes padecí.
Fueron noches y amaneceres sin soltar los sueños en que creí...
hasta que al fin el agua te trajo junto a mi.
 
Aureola de festejo... confabulaciones de hadas y aguas,
desde antes que me habitaras ya te esperaba...
Como no se me iba a colar la vida hasta esa mañana
si me faltaba el ancla de tus besos con alas. 
 
 
 
 
 
 

ELLA
 
La armonía irreverente que solo lo bello de verdad tiene,
estaba ahí, entre la gente, sonriendo diferente...
 
Siempre me sorprende cuando la veo ahí... entre la gente y de la nada se aparece... 
Y del modo sublime en que la luz pinta colores en lo tenue de un amanecer en calma,
o la agonía de una tarde imprime en lo celeste del cielo diminutos agujeros... 
Ella, con solo una pizca de ella, da presencia a mis vacíos de ausencia 
y enciende luceros que guían mi alma hasta su alma bella.
 
Habrá miles que se le asemejan me digo sorprendido cuando la miro...  ahí 
entre toda esa gente que me resulta indiferente.
Pero si ella un día cualquiera, por razones que Dios no quiera, no apareciera ...
los amaneceres perderían sus colores si ya no pudiera amanecer con ella... 
y las tardes..., las tardes dejarían que las noches las sorprendieran sin estrellas.
 
 
 
 
 
 

Emigrantes de otras vidas.
 
Una furibunda tormenta nos tendió 
su mano suave en el caer gris de la tarde... 
Nos buscamos con la mirada 
amparados bajo un paraguas 
que quiso Dios, 
me acompañara siendo que jamás lo usaba.
 
Energía que fue prosa directa al alma 
lo que me devolvió tu mirada... 
Y la mía..., 
que no supo decirte nada, 
que desde hace tanto te buscaba! 
quedó incrédula y desde ese momento, acompañada. 
 
Luz divina que cauteriza las heridas 
que el andar por la vida causa. 
Eres tú una presencia tan sutil y santa 
como lo era de niño mi ángel de la guarda.
 
Y fueron días con glorias 
y temblores violentos los que siguieron...
Y fuiste mía en otro encuentro 
y me entregue dócil a ti 
como en este cuento que te cuento.
 
Paranoias del alma... 
hasta hace un tiempo era yo un reducto de impurezas urbanas 
y ahora, tu amor santifica mis andanzas.
 
¿Estaría escrito que alguna vez te encontrara? 
Que tonterías pienso! 
No hay escrito en ningún lugar nada... 
Somos emigrantes de otras vidas, 
un vendaval de lluvia con viento nos junta en ciclos eternos 
desde que el tiempo es tiempo 
y el amor ...
se recrea en nosotros como en un cuento.
 
 
 
 
 
 

LO QUE FLUYE DENTRO
 
 
Siento que crezco y que subo... 
que me veo por dentro y me toco y me reconozco. 
Es mi mano la que esta extendida hacia mi...
A mi lado estoy yo que me hablo y me entiendo...
y que ahora soy sueño... me acerco, me perdono y no muero.
Me descubro mezclado entre todo lo que antes no vi y me hace feliz tener.
Percibo mi siguiente oportunidad y no la abandono.
Siento que crezco en un segundo una vida,
acelero el paso y piso fuerte... 
Algo aprendí en este segundo al verme a los ojos 
y aún no he muerto.
 
 
 
 
 
 

PLACERES 

Me has tocado mujer 
y mujer que eres en mi lecho, 
desde tus dedos de ti me has hecho. 
Con mi palma te he recorrido toda, 
con mi palma y mi piel lo he hecho... 
desde mi palma y mi piel y con mis huesos, 
desde mis huesos purificados en tu fuego 
y mi boca encadenada a la miel de tus senos, 
me has hecho...
 
Guardo tus ojos que gozan 
y me buscan en la penumbra de mi sombra, 
guardo los susurros bañados de tu sudor salado 
que en la misma penumbra me nombran. 
 
Y quedo en tu cuerpo contraído entre tus brazos ... 
y pertenezco a tus viseras y pertenezco a tus labios...
me tienes unido a tus entrañas y temblando, 
tu me tienes sujeto a tu alma y sometido a tus encantos... 
No me dejes ahora ni me abandones tan luego, mujer, 
que a un tiempo es más bueno, 
que a un tiempo es supremo...
 
Como dos náufragos de los mares del éxtasis, 
henos aquí exhaustos pero abrazados, 
elevando plegarias al amor consumado, 
temblando y jadeando en un lugar sin formas, 
en un instante perpetuado por el gozo de lo gozado. 
 
Sobreviene la calma en el torbellino de miembros enredados...
Sobreviene la calma en esos océanos salados de nuestros sudores mezclados.
Sigues presa de unas manos que todo tocan,
y te buscan a tientas en penumbras ya sin sombras. 
 
Me has tocado mujer y mi alma ha gozado en ti
y mi cuerpo tiembla y mi boca aún busca tu boca...
 
Vengo desde ti y ya no soy quien era. 
Soy la sensibilidad en las yemas de tus dedos, 
la agonía de unos huesos que extrañan tus huesos 
la miel en los labios de la mujer que aún me nombra.
 
 
 
 
 
 

El último retrato
 
Pinté flores con la llovizna dándoles de beber...
Pinté ocasos como amaneceres radiantes 
y veranos en rebelión de otoños por nacer. 
Tus bostezos silentes como gritos en lo profundo de tu ser.
Pinté las risas insomnes del pudor de aquella vez.
Pinté lágrimas pequeñas, 
del tamaño en que sentí tus penas...
Pinté lágrimas profundas como océanos de tristezas.
Pinté nuestras voces emergidas del bullicio  
alegre de pertenecer.
Te pinté por dentro cuando pinté el durazno aquel...
Pinté reflejos, bellas almas por nacer.
Pinté tus perfiles de mujer, cerrando mis ojos, 
adivinando cada esquina con mi mano sobre tu piel.
Pinté tus palideces, solo mis ojos las habrán de ver...
Pinté la naturaleza, a ti merodeando en sombras
aunque las formas pudieran parecer otras...
Te pinté en cada cosa que pinté,
estás en mis lienzos! 
aunque nadie te pueda ver.
 
Pinté tres hojas, un epitafio,
y cicatrices que el tiempo no ha de remover.
Vientos helados secaron tus labios, 
me arrebataron tu ser.
Tres hojas,  un epitafio...
el último retrato que de ti habré de hacer.
 
 
 
 
 
 

SOBERBIA ESTUPIDEZ
 
En la búsqueda de amaneceres palpitantes,
evité que seres importantes llegaran hasta a mi para quedarse.   
Días vertiginosos y carentes de verdaderos amigos...
Intrascendentes días de amores fáciles para mis olvidos.
 
Hoy amanecí regresando de un pasado fugazmente vivido.
Pasiones encontradas de un tiempo de aires enrarecidos,
y atestado de siluetas con deseos incontenidos.
 
Como un oasis en esos días desérticos y enajenados de sentidos,  
es el recuerdo de tu tierno amor lo que hoy me ha enternecido. 
Contrastes de lo fugaz con lo importante...
que llenan cada espacio de ti en este instante.
 
¿Que circunstancias te condenaron 
al arcón de mis sueños sin olvido?
Tu imagen separada de mis miserias mundanas, 
llena mi pecho de vigorosos latidos 
al recordar cuando tú estabas conmigo.
¿Fue la impune solvencia de saberme tan querido
la que puso en mis ojos la soberbia 
de no haberte correspondido? 
 
Buscando en extraviados arcones 
mi fotogénico pasado ensoberbecido, 
desde tus ojos me dices cuanto me habías querido...
Y en mi ojos... 
veo al fin la estupidez que había en mi 
para que al fin tu te hayas ido.
 
Sin dudar, me lo tenga merecido.
Hoy, otros causes son de tu río 
y a otro corazón le prodigas la bendición 
de tu amor cristalino.
Alguien sin la soberbia que era de mi 
al quererte tanto y jamás decirlo.
 
 
 
 
 
 

Te extraño
 
Tu hueco vacío de almohada 
me apena.
Murmuran noctámbulas 
las madreselvas... tu ausencia. 
Las noches han perdido 
su aroma a estrellas...
y deambula mi alma
por donde quedó 
tu tibieza.
 
Me duermo...
 
Sueño desde que sueño...
mis sueños 
de soñarte bella.
Siento que te siento
en mi sueños
al sentirte buena.
 
En noches gélidas... 
como esas, 
imploro al supremo 
para que vuelvas.

 
 
 
 
 
 


 
 

de Marcelo D. Ferrer

a 13 de Agosto 02
 
 
 
 
 
 
 

 
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