crónicas de el dorado 9 /de 9
 

- - - - - - - -
 
 


 

 

Año nuevo chino
 

Es esta nuestra ciudad llena de senos, autos y 
mentiras
donde la luna absorbe la vida a los desgraciados 
que no aceptan el destino
donde la SERPIENTE escupe su veneno sobre las 
cabezas de los necios
Y los vagabundos poblan las nubes esculpidas 
con jaquecas y alaridos.

Prisión mental en su embestida contra el espíritu

Ángel de fuego ardiendo en Whisky hasta el 
amanecer 

Ciudad metálica, paranoia líquida que nos obliga 
a vagar....

AÑO NUEVO CHINO.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Histerias fecundadas
 

Volver atrás.
Mas allá de los tenues crujidos deshidratados, 
envueltos duros cóncavos  febriles, que fecundan 
nuevas voces sobre la torva espalda primaveral.
Tú sabes que no debes comprender lo inteligible, 
el laxo espacio fecundado en mí, sus silencios 
atmosféricos; esta bestia cercenada, no es 
respuesta a tus vacíos medulares.
Pero tú escuchas los rugidos del desierto, 
estruendos ciegos, malestares, el aullido 
musculado... ah, es un ángel ascendiendo hacia 
la luz.
Aire denso de plagas, estado mental donde una 
música metálica, como el crujir de máquinas 
eléctricas, susurra fiebre a la selva virgen de tu 
mente; las imágenes están en el centro, una joven 
recostada contra la pared, atavíos de leopardo, 
brillantez deslumbrante, un sueño sin luz.
La piel es piel, desarraigar la esencia de una 
extraña sangre; apretujar, apelmazar un alma ya 
quebrada. Lanzar gritos en la hondonada mas 
profunda del dolor.
Piel es piedra, amor encandilado como átomos 
hambrientos, una ráfaga inconexa de agónica 
negrura. Pero aquí está el gesto de tu voz 
enmudecida; llévate los látigos, te pertenecen. 
Nos es mi ojo la reminiscencia rítmica que te 
idolatra, son mujeres fértiles, salvajes; blancas 
lenguas enrolladas, solo un triste espacio en esta 
eterna pesadilla. ¿Cuántas vidas destruiremos en 
nosotros, para respirar con vida?.

Malformaciones de la espina dorsal, y la baba, 
deslizándose peligrosamente a través de la 
excitación pineal. Ciertamente serás así por el 
resto de tu vida, o de tu muerte vivida en vida 
muerta por otras vidas.  Tiene que existir un 
camino para regresar al reino, porque lamento 
decírtelo, pero estás condenado al absurdo 
estado de tu propia forma corpórea, ¡no, no, no! 
jamás originado en el alma o la mente, 
recuérdalo, siempre es una reacción comprimida 
dentro de la forma.
Añoras la libertad interna, y te horroriza la sencilla 
fórmula que has descubierto para liberarte de los 
recuerdos de ti mismo, es decir: permanecer sin 
forma.
Piensas, asesinando todos los pensamientos a 
cada instante atemporal en donde habitas, 
respiras, mueres.
Salir afuera y conquistar lo externo, no en la forma 
que posee reposando en lo real, sino conquistar 
una nueva irrealidad metaforseada, libre de toda 
forma o movimiento predecible. Pero es cierto, 
has vivido las vidas impuestas por otros 
pensamientos durante mucho tiempo. Tu rebelión 
¿no será solo la imposición de un pensamiento 
creado por las otras formas? 
El alba del placer es un escape momentáneo 
hacia el origen, donde los otros cuerpos muertos 
resucitarán para que puedas ocuparlos, llenarlos 
con nuevos pensamientos y otorgarles vida, me 
refiero a conferirle vida al pensamiento.
Piensas, esclavizando tu futuro, construyendo 
nuevas formas capaces de entretenerte en tu 
próximo destino, allí te escondes, huyes antes de 
morir en tan absurdas manos suicidas.

Un antiguo mundo claustrofóbico se mueve 
ondulantemente en tu interior; reconoces 
inmediatamente lo pesado de sus lentos 
movimientos, quisieras transformarlo un solo 
instante para respirar con libertad, pero la fuerza 
de su atmósfera vitrea es infinitamente mas veloz 
que tus reacciones, te aplasta, te asfixia, absorbe 
por completo tu auténtica realidad.
Algo externo oprime la inocencia, viejo monstruo 
engullidor de vidas, obscuro imán del tiempo. Y 
mientras sufres el hurto de tu mágica inocencia lo 
comprendes, no es tu inocencia sostenida quien 
podría mantenerte intacto, son las armas del 
silencio intrauterino. Ahora debes adentrarte hacia 
lo mas profundo de la vida misma y destruir todo 
deseo o sensación externa, para imponer nuevos 
espacios fértiles dentro del mundo real. Lograrías 
de esta forma conferirle vida a otros cuerpos sin 
vida propia ¿Pero si no fuera propia, la vida que 
poseen, serán todos míseros títeres manejados 
por otras formas representativas del 
pensamiento? 

Borde o tártaro de la locura: Restar excitación 
mental para fortalecer la voluntad, proyectar 
imágenes en el rostro del vacío, adquirir 
concepción de lo real mediante un horroroso 
espionaje de otras vidas, tácitamente envidiadas 
por el ego o la implacable dignidad de una 
conciencia alienada.

El pánico de una histeria asexuada producía la 
ruptura en el espacio planetario que habitabas. 
Ciertamente, había creado un nuevo espacio para 
protegerte del horror, y al intentar quebrar la fría 
nebulosa de tu horrible opresión pineal, 
apelmazabas mis movimientos con un violento 
estremecimiento que paralizaba toda posibilidad 
de escape hacia la vieja realidad.
He sentido con frecuencia, que yo era tu propia 
obra de arte, y mediante el continuo ejercicio de la 
excitación nerviosa, el magnetismo sexual y un 
aislamiento deliberadamente producido por la 
dual soledad partida entre nuestros planos 
atmosféricos, habías conseguido mantenerme 
indiferente ante el horror de la verdad. Parecías 
predispuesto a destrozar una vida inexistente 
como la mía, con la tétrica frialdad que habías 
demostrado en el pasado, o el futuro de tantas 
otras vidas desperdiciadas.
Confeccionabas los disfraces mas extraños para 
mantenerte oculto, pero el constante ardor colérico 
de una reacción inconexa, o la profunda tristeza  
seducida por el sadismo de un tirano en 
decadencia, revelaban tu inescrutable presencia 
en los abismos mas obscuros y profundos de un  
automatismo sodomizado en el recuerdo no 
develado a los impíos.
Nos conocimos en África, y fuimos arrojados al 
extraño reino del exilio. Allí es donde tu bestialidad 
salvaje ha impuesto su poder, en mágicas y 
toscas obras de arte, tal vez un solo párrafo 
inmortal, deslumbrante en su magnético poder 
oculto. Jamás reconocidas por su calidad estética 
o artística, tus palabras eran sobre todo golpes, 
impactos eléctricos capaces de destruir la 
inocencia en un instante.
El fuego sagrado había descendido hacia tu 
infierno fálico; el continuo desgaste de habitar 
entre dos mundos paralelos producía 
desequilibrios químicos imposibles de aplacar.
Eras en esencia, un profundo estado antes que un 
cuerpo; la ondulante energía vibratoria expandía tu 
mística humedad hacia el infierno fósil de la 
noche interminable.
Creabas tu propio espacio entre las leyes, 
avanzabas a gran velocidad, te detenías, y te 
tornabas invisible al agotar la realidad.
Paranoia u obsesión neurótica: delirios líquidos 
florecían en tu vientre de martillo; eras alimento de 
violencia apocalíptica para el árido vientre de la 
bestia.

Háblame del éxtasis estupefacto de las tiernas 
vulvas frescas: "Olivia había crecido en un agónico 
romance diluyente, como piedra prehistórica 
fosilizada por el veneno lascivo del invierno. Toda 
la historia de su pasado borrascoso, estaba 
tallada en la extraña cicatriz de su pálida frente 
soñadora. Jamás había logrado ser real, y 
habitaba el valle de la horrible desolación, allí: 
donde rostros en metamorfosis arden al 
amanecer. Ella deambulaba con su ejército de 
sombras, plasmando caos en la enrarecida 
atmósfera, allí: donde el sol es capaz de producir 
una erección cerebral".

Comenzaba a moverme con la energía generada 
por la pérdida; ni las drogas, las mujeres o los 
tesoros acumulados conseguían aplacar la 
angustia de la pérdida. Tú me habías obligado a 
perderme para encontrarte en la locura; fui 
arrastrado hacia el abismo por el doble eco de tu 
falsa voz.

Perdóname, nunca comprendí el significado de 
ser real. Tenía el absoluto convencimiento de que 
la felicidad radicaba en cristalizar los objetivos en 
el exterior y acumular sensaciones para llenar el 
vacío. El mundo ilusorio que me había forjado 
interiormente acabó arruinando mis relaciones en 
el presente. Resulta que siempre estuve 
esperando el momento para cristalizar mi 
realidad, y no podía imaginarme una existencia 
diferente, ya que todo hombre común parecía 
muerto, subordinado a una labor social o cultural 
por mera obligación. Me resultaba inaceptable 
adaptarme al absurdo sin enloquecer, solo el arte 
era el medio para escapar de la forma, con él 
podría reconstruir mi propia realidad. Todo parecía 
una ilusión al principio, luego las cosas fueron 
conectándose gradualmente. Desde hace mucho 
tiempo atrás, he estado conviviendo con la 
horrorosa sensación de que mi vida era vivida por 
la energía surgida del recuerdo, ese tétrico   
recuerdo que me obligaba a recuperar lo perdido, 
aunque en todo lo perdido no existía nada 
propiamente mío. Había perdido mi ser en la 
memoria de mi propio fantasma asesino.
 
 
 
 
 
 
 
 

Vida
 

Enigma salvaje
con oro
y
diamantes sin brillo.
 
 
 
 
 
 
 

Erupción
 

¿Has vagado por el paraíso de la tristeza?

¿Aúllas de rodillas hacia el rumor del amanecer?

¿Te drogas?

¿Matas las pulgas de tu perro
Y adoras a la muerte blanca?
 

Ven conmigo al límite del borde
 

Ama todas estas criaturas desesperadas
 

Siente...
 

Cosas extrañas y salvajes.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Siesta de hambre
 

Crucé la calle para regresar a casa 
y sentí su sexo estremeciéndose bajo un cielo 
empapado de éxtasis.
flores purpúreas;
montes ebrios florecían en la cima de sus 
hermosos pechos primaverales
y lentamente...
como un andar sigiloso que recuerda el matorral 
de las bestias salvajes,
sus ojos atravesaron un frondoso bosque 
nocturno 
desnudando mis entrañas en una dulce tormenta 
lactescente.

Hallándome perdido en una guerra fantasma
el demonio del mediodía me había poseído por 
completo
y cuando estuve tan hambriento como para 
tomarla 
desvíe el camino regresando a casa

hambriento demonio hijo de puta, yo,
un maldito criminal que había dejado escapar a 
una mujer tan fértil.

Siesta de hambre
y temblor acuático,
la luz del mediodía desfallecía sobre la ciudad.
 
 
 
 
 
 
 
 

Venas. La muerte del nervio.
 

Las mujeres alimentan al salvaje
con el vino que fluye
de los ojos de sus senos
 

Rostros o mentiras.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Sueño de oro
 

Duermo con mi cabellera al viento,
mi crucifijo, mi ardor
y la pulsación de sangre.

Tengo la voz hecha de fuego
y los ojos calcinados en tormenta ágil.

Tal es mi amor, mi pasión naciente
acumulándose sigilosamente
como una serpiente hambrienta.

Soy yo.... 
el estallido salvaje
de 
sabiduría solar.
 
 




To: salvaje@labutaca.com
From: Ricardo Schvartzman <ricktaylor@LatinMail.com>
Date: Sun, 14 Jan 2001 14:03:51 -0500
 

Hola miguel. Ten envie una serie de poemas, espero que los publiques en el orden que los enumere. algunos llevan un numero allado del titulo. O si te parece bien, publica los que te gusten en el orden que quieras. Te pido que reconstruyas los acentos y las eñes. Gracias por todo. un abrazo. perdona por ser tan insistidor, es que en mi pais no existe lugar para el underground. Aqui solo los maricas pop $$$ rostros sin rostros cerebros de mercedes benz y las viejas putas bebedoras de buen cafe frances tienen cabida.
No hay un solo escritor autentico por aqui. poesia salvaje es lo mejor que he encontrado en los ultimos tiempos. Gracias por publicar lo mio. 

RICK TAYLOR.





> ir a crónicas de el dorado 1
 
 
 
 
 

de rick taylor

a 1 marzo 01

 

volver a página principal
   

 

#poesiasalvaje.com
® todos los textos propiedad y registrados por sus autores