"Es equívoco pensar que el amor surge del duradero compañerismo y del cortejo perseverante. El amor es hijo de la afinidad espiritual." Khalil Gibran
Amor circular
Te amo y te deseo
por sobre todas las cosas,
más allá del amor
y de la muerte.
Tu corazón tiene
la generosidad de la tierra,
tu mirada es de miel
y cascabeles,
"a nadie te pareces
desde que yo te amo"
Corola de margarita,
sol, luna llena y anillo
es mi amor hacia ti.
Formas parte de mí.
Como fruto
del delirio y la cordura,
la calma y la pasión,
el agua y el fuego,
florecieron al unísono
tu alma y la mía.
Nosotros...
tan distintos, tan iguales.
Cóncavo y convexo.
Arena y mar.
Compatibles.
No hay palabras
entre los dos.
No hacen falta.
Nuestros silencios
dibujan lo inexpresable.
(Es el amor,
derrumbando
a gritos silenciosos
la frontera de lo indecible)
Te amo y te deseo
por sobre todas las cosas,
más allá del amor
y de la muerte.
Corola de margarita,
sol, luna llena y anillo,
así, amado mío,
es mi pasión por ti.
poema 4
"Hallar eternidad. No sólo tacto.
No sólo piel con piel, sino inmanencia.
Permanecer en ti. Sernos presencia.
Fusión de cuerpo y alma en el contacto"
Juan Ignacio Morales Bonilla
Tiempo de amar
Preludio de amor. Pentagrama de ternura.
En una serenata de besos y caricias
nuestros cuerpos se desnudan...
Luego el peso de tu cuerpo sobre el mío,
entrando en mi.
Cabalgata de amor bajo esta luna.
Con una brisa de besos te envuelvo.
Tu lengua y mi cuerpo,
tu respiración y mi aliento,
tu sudor, mis gemidos...
los latidos se aceleran,
y tus ojos sobre mi alma
y el peso de tu cuerpo sobre el mío,
cabalgando en un corcel que se desboca.
Entonces, riegas el jardín de mis entrañas
y el corazón se me baja al vientre.
Llueven estrellas,
y el peso de mi cuerpo sobre el tuyo,
en la música de tu alma, descansando.
Reencuentro
(jueves 03 de mayo de 2001)
Aquella noche nació la primavera.
Cálida, colmada de flores y de pájaros,
hija de la magia del reencuentro.
Los ángeles bajaron para rodear tu cama
en nuestro acto.
Encendida la piel,
henchidos de luz los órganos,
nulo el pensamiento,
humedad de miel en mis labios;
miel de tu esencia
la que llenó mis entrañas.
No sé si la delicia vino
de la ofrenda de mi piel y de mis senos,
o de tu cuerpo, mío, y tus caricias.
Tal vez fue solo fruto del amor,
fruto de un milagro compartido.
Aquella noche los ángeles bajaron,
y en derredor de tu lecho
cantaron y danzaron
celebrando nuestro encuentro,
bendiciendo nuestro acto:
efluvio de amor que los dos nos permitimos.
de Sara
a 26 de febrero 02